Cuenta la historia que la Reina Juana I de Napoles, huyendo de una tormenta, se encontró con un taller donde trabajaban con vidrio y decidió probar a soplar una botella. Sopló tanto que la botella cogió una forma redondeada, quedando asignado su nombre, Dame – Jeanne, a botellas grandes con esta forma. Las damajuanas se han utilizado para almacenar agua, vino… y normalmente estaban cubiertas con mimbre o plástico para preservarlas de la luz. Pues bien, la damajuana se ha convertido en un objeto de decoración que se puede utilizar tanto como florero, lámpara… o simplemente sin nada, sola o en conjunto. Las hay de varios tamaños y colores y se adaptan a todos los estilos de decoración.
Os dejo con unas imágenes con damajuanas, ¿qué os parecen?