Cuando la palabra botox entra en tu vida

Está pasando. Las conversaciones del grupo de Whatsapp con mis amigas se centran en palabras como arrugas, botox, mesoterapia, dieta, etc. etc. etc. Tal es el nivel que el otro día incluso cambiaron el nombre del grupo y ahora lo protagonizan los emojis de la abuela 🙁

Lo cierto es que hasta el año pasado no me había planteado acudir a un centro de medicina y cirugía estética y ahora es algo que sí está dentro de mis planes. ¿La razón? Pues que con la edad, las cremas y correctores ya no son suficientes. Si me río mis ojos parecen una alubia pasa y si me enfado… mi frente se convierte en un acordeón. Los 35 no perdonan. Eso es una realidad. Aunque mal de muchos… en el grupo de Whatsapp encontramos consuelo todas, jajajajajaja.

De hecho, tengo un par de amigas que ya han pasado por rinoplastias y otras por aumento de pecho y tengo que decir que su recuperación ha sido fabulosa. Hoy en día todas estas cirugías son muy llevaderas y en cuestión de días puedes volver a tu rutina sin que nadie sospeche nada de nada (en caso de que no lo quieras contar).

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En mi caso, lo que tengo claro es que necesito hacerme algún tratamiento facial. Mi punto débil son las ojeras así que me han hablado de botox. Pero creo que lo mejor es que empiece por hacerme una buena limpieza facial. Pero no esas limpiezas de salón de belleza que nos hacíamos con 18, un lifting de verdad de esos que no se quedan en efecto flash. Según tengo entendido, el objetivo del lifting facial es mejorar los signos del envejecimiento y conseguir un aspecto muy natural, porque te deja la piel del rostro tersa y brillante. Así que creo que es lo que necesito en mi vida en este momento (que además de la edad, las noches sin dormir por un bebé llorón pasan factura).

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Por otro lado, y sobre todo después del embarazo, me estoy planteando hacerme algún tratamiento corporal, pero estoy un poco perdida en el tema. Me han hablado de que la lipoescultura es una técnica para remodelar áreas específicas del cuerpo mediante la eliminación de grasa localizada. En mi caso sería para la zona del abdomen y la cintura, aunque se puede realizar en otras zonas del cuerpo como muslos, brazos, piernas e incluso tobillos.

Si alguna habéis probado alguno de estos tratamientos, estaré encantada de que me contéis vuestras impresiones. Si al final me hago algo, os lo cuento 😉