Marrakech es el destino de moda de este 2018. Y no lo dice un estudio, lo digo yo como conclusión a mi feed de Instagram (vale, no es una prueba científica pero al menos a mi me parece significativo). El caso es que muchas de las influencers a las que sigo han pasado este año por ahí, mostrando fotos en los mil y un rincones coloridos de la ciudad. Y eso ha hecho que yo (y supongo que mucha más gente) tengamos la necesidad de ir. No solo para replicar las fotos, sino para conocer este país, tan diferente al nuestro pero al mismo tiempo muy cerca.
Por supuesto, que algo esté de moda hace que se revalorice y no es tan barato como yo pensaba. Pero he encontrado buenas ofertas para viajar a Marrakech en Voyage Privé. Ahora solo me queda encontrar acompañantes.
De momento, ya tengo claro cuáles son los imprescindibles que visitar en Marrakech. Ahí van:
1. La Plaza de Yaama el Fna. Seguro que a todos os vienen imágenes de esta plaza a la cabeza, abarrotada de gente, con sus puestos de mercado donde comprar los productos más típicos de la ciudad.
2. Madrasa de Ben Youssef, muy característica por su arquitectura. Su interior está decorado con materiales como el mármol, los mosaicos y la madera. Es muy típico ver fotos de influencers con sus coloridos azulejos de fondo.
Fundada en el siglo XIV por Abu el Hassan, a día de hoy se utiliza como escuela teológica (o “medersa”) y es la más importante del norte de África.
3. Museo de Saint Laurent y los jardines de Majorelle. Toda blogger de moda que se precie tiene que visitar obligatoriamente este museo. El museo consta de una sala permanente con trajes de alta costura y complementos del modista. En el museo también hay una sala de muestras temporales, con exposiciones de lo más interesantes.
En la misma manzana del museo se encuentran los Jardines de Majorelle, propiedad de Yves Saint Laurent desde 1980. Son famosos por sus diferentes tipos de plantas divididas en cactus, palmeras, bambú, plantas de jardín y plantas acuáticas.
4. Una actividad original es recorrer en 4×4 el desierto del Sahara. Conducir a toda velocidad por sus dunas debe de ser pura adrenalina. Una vez en el desierto, mucha gente opta por dormir una noche de acampada o en una jaima.
5. Relajarse en un hammam o un spa. En Marrakech hay dos tipo de hammams: el hammam tradicional está dedicado a la limpieza y exfoliación de la piel y se caracteriza porque hombres y mujeres lo disfrutan por separado, el hammam tipo spa es apto para parejas y está dedicado al relax y al masaje.
6. La mayoría de la gente que visita Marrakech hace una excursión a la playa de Essaouira. Esta playa de varios kilómetros y arena fina está fuera de la zona amurallada de la Medina, que también merece una visita, de hecho ha sido declarada patrimonio de la humanidad por la UNESCO. El puerto de la ciudad también está repleto de turistas que fotografían los barcos azules y que degustan pescado frito recién cogido.
Y es que Essaouira es mucho más que playa. Otras visitas que merecen la pena son: el antiguo palacio del Pachá, del siglo XIX, donde ahora se encuentra el museo Sidi Mohamed Ben Abdellah, de artes nacionales. Al norte se extiende el antiguo barrio judío o Mellah, del siglo XVIII, donde visitar antiguas sinagogas, como Slat Lkahal y Simón Atta.
Supongo que además de estos 6 puntos, la ciudad tiene mucho más que ofrecer. Yo llevo tiempo deseando ver mi feed de Instagram cargado de fotos con Marrakech de fondo o con cualquier destino. Otro de mis viajes pendientes es Myanmar 😉
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