Definitivamente, sí, el tiempo está loco. En una misma semana tenemos contrastes de más de 10 grados y algunos días parece que vivimos estaciones diferentes. Los mejores son los días de mucho calor en los que crees que ya es verano y te motivas a enseñar piel. Pero claro, la piel lleva meses guardadita y está blanca como la nieve. Sniff! En mi caso, me resigno a ir en pantalón largo hasta bien adentrado el caloret y en mi armario NO hay cabida para las medias transparentes (por mucho que digan que son muy naturales y que dan color). Así que la mejor solución para los primeros días de destape es… el autobronceador.
He utilizado varios y es cierto que es difícil conseguir un resultado homogéneo. Pero este año he probado uno de la marca St. Moriz y me ha gustado mucho porque queda muy natural. Aquí os dejo una fotillo para que lo comprobéis vosotras mismas.
Una de las grandes ventajas del autobronceador St. Moriz es que viene con un guante con el que es muy fácil de aplicar y con el que no se te quedan manos de mulata. Yo he utilizado la mousse en piernas y brazos (en la cara no, por si las moscas…) y el resultado es muy natural, nada naranja y cero chorretones. Podéis ver en la web de St. Moriz un vídeo de cómo se aplica. Pero fundamentalmente es importante exfoliar la piel antes y doblar rodillas y codos al aplicar en esas zonas para que no queden rayas. Por lo demás, es muy rápido y fácil.
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