Como sabéis, el pasado sábado corrí la Yo Dona Run The Night de 5 kilómetros. Al ser mi primera carrera no estaba segura de si la iba a superar bien, no sabía si mi cuerpo estaba preparado para enfrentarse a ese reto físico. Por eso, decidí hacerme una prueba de esfuerzo con Sanitas, concretamente en la Unidad de Medicina del Deporte del Hospital Universitario la Moraleja. En esta prueba no solo valoran tu capacidad pulmonar y cardiaca, también te analizan la pisada. Os cuento en detalle cómo fue la experiencia:
-El primer paso de una prueba de esfuerzo es la típica charla con el médico en la que te hace todo tipo de preguntas: tus hábitos, tus posibles enfermedades o dolencias, antecedentes familiares, etc. etc. etc.
-El segundo paso es la exploración inicial en la que valoran tus articulaciones, desde los tobillos y piernas hasta el cuello y la espalda.
-De ahí ya entramos en lo que es la prueba de esfuerzo como tal. Esta prueba puede variar en función del deporte que quiere empezar a hacer cada persona. En mi caso, al ser el running, primero me hicieron una prueba de respiración para comprobar mi capacidad pulmonar y después tuve que correr en una cinta. ¿Por qué? Pues porque mientras corres te van analizando cada uno de los latidos de tu corazón gracias a unos electrodos. En la cinta se empieza caminando y cada minuto va subiendo tanto la velocidad de la cinta como la inclinación. La idea es conseguir que te pongas al máximo para poder ver cuál es tu capacidad real en los diferentes momentos de una carrera. Una vez que terminas, también es fundamental comprobar que la recuperación es correcta. En mi caso, os cuento que paré la prueba a los 9 minutos cuando iba a unos 11 km/hora. Cuando me evaluaron el electrocardiograma pudimos comprobar que en ese límite mi corazón ya no funcionaba tan alegremente, lo que quiere decir que debo mejorar mi forma física. Así que toca seguir practicando y mejorando poco a poco.
-El último reconocimiento, fundamental para cualquier runner, es el análisis de la pisada. En este punto te valoran cómo es la distribución de tu peso en los pies tanto estando parado como en movimiento. Para ello, te colocan encima de una plancha en el suelo que calibra exactamente cómo es la pisada de cada persona. En mi caso, vimos que distribuyo mucho más el peso de mi cuerpo en la parte delantera de los pies y muy poco en la trasera. Eso está mal, ya que los pies están preparados para que la parte trasera soporte más peso. ¿La solución? Corregir mi postura. Al ir más recta (y menos cheposa) conseguiré que el cuerpo se vaya para atrás y por tanto pisaré mejor. Además, valoraron mi pisada en movimiento. Para ello, me hicieron correr (despacio) por un pasillo (varias idas y vueltas) mientras me grababan con una GoPro. Después, pudimos ver el vídeo a cámara lenta y comprobar cómo es mi movimiento al correr desde que levanto un pie hasta que lo apoyo de nuevo tras la zancada. Es muy interesante porque así puedes ver al detalle cómo es el movimiento exacto que haces al correr. En mi caso, vimos que mi rodilla izquierda se tuerce bastante a la hora de apoyar el pie. La solución para eso es llevar unas zapatillas mejores, que tengan la mayor sujeción posible en los tobillos para que no bailen tanto las articulaciones y también debería utilizar unas plantillas que me ayuden a hacer mejor el movimiento.
Como veis, es prácticamente imposible salir airoso de esta prueba ya que siendo deportista amateur es muy fácil que salgan cosas a corregir. Pero lo bueno es precisamente eso, ir a tiempo a hacer la prueba para conocer nuestras limitaciones y así poder rectificar algunas cosas como en mi caso el tema de la pisada.
Una de las cosas que más me ha sorprendido al hacer esta prueba ha sido la tecnología. Todo el proceso se realiza con técnicas súper avanzadas y modernas, cosa que te hace sentir muy segura porque todo está controladísimo y además, tienes la posibilidad de ver los resultados al momento en vivo y en directo. Sin duda, estoy muy contenta de haberme decidido a hacer esta prueba, así que os animo a vosotras también a hacerla. Si queréis ver en vídeo un resumen, pinchad encima de la foto 😉
Desde aquí quiero dar las gracias a Yo Dona por hacerme partícipe de esta experiencia y a Sanitas por tratarme tan bien.
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