La comunicación no verbal es casi más importante que la verbal. A través de los gestos, la postura corporal y sobre todo de la mirada, podemos transmitir infinidad de mensajes. De hecho, la psicología asegura que la mirada está íntimamente relacionada con nuestro estado de ánimo.
A través de la mirada se pueden conocer muchos detalles de otra persona. Por ejemplo, si estamos hablando con alguien y éste nos mira a los ojos, sentimos que nos está escuchando y que nos presta atención. Por el contrario, cuando esa persona mira hacia otros puntos, da la sensación de que no le interesa lo que le estamos contando. Es tan evidente lo que llega a transmitir la mirada que muchas veces tememos que a través de ella se nos aprecie nerviosos, avergonzados o incluso escondiendo algo.
También la frecuencia con la que miramos al otro es un indicador de interés, agrado o sinceridad. Si en cambio la mirada al otro se evita o es ocasional impide percibir retroalimentación, reduce la credibilidad del emisor y da lugar a percibir sentimientos negativos.
Otro dato muy curioso es la dilatación de las pupilas. Esto sucede cuando el ojo ve algo que le resulta interesante y es algo que no se puede controlar. También la forma de parpadear indica si una persona está tranquila o no, dependiendo de las veces que se parpadea por minuto.
La mirada en la fotografía
La mirada también es importantísima en fotografía. De hecho, existe la Ley de la Mirada. Es una de las principales reglas de composición fotográfica y consiste en respetar la dirección en la que mira el protagonista de la foto. Es decir, a la hora de encuadrar un retrato, hay que dejar más espacio por delante del sujeto que por detrás de éste, para que la imagen sea coherente y agradable.
En mi caso particular, reconozco que me fijo muchísimo en la mirada de las personas. Me parece que es con lo que más se transmite y que define, por lo que todas mis primeras impresiones de la gente las baso en cómo miran.
Precisamente por este motivo, yo trato de cuidar mi mirada. Me gusta que sea limpia. Por eso, no me maquillo en exceso los ojos y utilizo lentillas progresivas diarias a pesar de que existan gafas ideales en el mercado. Además, a día de hoy es muy fácil comprar lentillas baratas de calidad para que podamos estar muy cómodas sin arruinarnos y así poder expresas con los ojos quiénes somos y cómo nos encontramos en cada momento.
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