Las que me seguís hace tiempo me habréis leído varias veces quejarme de mi pelo. Tengo un pelo muy encrespado y que tiende a rizarse de una forma muy poco elegante… Por eso, siempre opto por llevar el pelo liso, es la única forma de que la melena me quede presentable. Además de hacerme algunos tratamientos capilares, en mi día a día, utilizo un champú con keratina y argán.
¿Por qué usar un champú con keratina y argán?
Un champú con keratina y argán es toda una revolución. Al menos para mi lo es. La keratina consigue que se me quede el pelo brillante, sano y sobre todo e importante, manejable. Y el argán, un aceite de origen marroquí, tiene altas propiedades hidratantes, eso lo hace perfecto para cabellos secos, encrespados o muy rizados como el mío.
Los beneficios de estos dos componentes no son solo alisar. Se trata de tratamientos reparadores, para devolver el brillo y la vitalidad al cabello.
- En primer lugar, aplico el champú de aceite de argán Soivre, a base de aceite de argán y keratina. Desde que lo uso noto el pelo mucho más brillante y sedoso.
- Después utilizo la mascarilla nutritiva y reparadora también formulada a base de aceite de argán y keratina para reparar las puntas.
- Por último, aplico el sérum aceite de argán para nutrir el cabello y evitar el encrespamiento, algo que me hace mucha falta…
Podéis conocer más sobre estos productos en la web de Soivre Cosmetics.
Hace unos años que utilizo ya champús de keratina, al principio me daba un poco mal rollo, por eso de que era algo «nuevo». Ahora no paso 3 meses sin hacerme mi mantenimiento, el pelo se ve vivo y radiante, es increíble, lo recomiendo a todas.